viernes, marzo 16, 2007

Un dominicano en la unidad de ultraortodoxos del Ejército israelí


Amir Liberman, de 20 años, no es el primer hispanohablante que sirve en las filas del Ejército israelí, el conocido como "Tzáhal", pero desde luego sí el primero que lo hace en la brigada de soldados ultraortodoxos.
Natural de la República Dominicana, Lieberman llegó a Israel hace dos años con el objetivo de estudiar en la universidad, pero decidió unir sus destinos a los del pueblo israelí haciendo el servicio militar, compulsivo para todos los jóvenes.
"Si vine aquí es para ser como el resto de la población israelí y por eso me metí en el Ejército", afirma este dominicano residente en la ciudad de Santiago, donde -dice- "éramos los únicos judíos". Allí reside aún su familia, dedicada al cultivo y exportación a Estados Unidos de sandías y melones.
A la unidad ultraortodoxa llegó después de un curso de orientación universitaria en Jerusalén, y tras decidir que quería quedarse a vivir en este país.
En Israel, todos los jóvenes varones cumplen tres años de servicio militar obligatorio, y dos años las mujeres.
Sólo los ortodoxos están exento de ese servicio, aunque en los últimos años el Ejército israelí ha habilitado una unidad especial para dar cabida a un público que necesita unas condiciones muy particulares.
Entre ellas están las de que no hayan mujeres en la base militar en la que prestan servicio, que la comida sea "casher" (apta según las leyes más estrictas del judaísmo) y que se les permita rezar tres veces al día.
"No te obligan a rezar, si quieres lo haces y si no, no; pero a diferencia de otras unidades en ésta te dejan el tiempo para hacerlo", afirma en declaraciones a Efe.
Y agrega que en cuanto al sábado, el día de descanso para el judaísmo que los ortodoxos observan a rajatabla sin hacer el más mínimo trabajo, las condiciones en el Ejército no son como en la vida civil.
"Tenemos -explica- un permiso especial de las autoridades rabínicas para violar las leyes del 'shabat' y poder, por ejemplo, viajar en un vehículo".
Para Lieberman, que hasta los 15 o 16 años era un chico casi completamente laico, viajar en un todoterreno en sábado "le resultó un poco raro al principio", pero después -dice- "me acostumbré".
La "Torá" o primeros cinco libros de la Biblia establece el precepto del descanso absoluto desde que se pone el sol el viernes, hasta que salen las tres primeras estrellas el sábado por la noche, y en la antigüedad su violación podía ser castigada con la lapidación.
La unidad de infantería en la que sirve este joven se llama "Netzah Israel" (Israel Eterna) y su misión es la misma que tiene cualquier otra del Ejército israelí.
"Es una unidad de combatientes y salimos al terreno en patrullas y a detener a gente; si hay un terrorista que tenemos que arrestar vamos a su casa y los sacamos de allí", dice en alusión al conflicto entre Israel y los palestinos.
La unidad "Netzah Israel" tiene a su cargo el norte del valle del Jordán, una zona fronteriza del norte de Cisjordania.
A diferencia de otras unidades en el Ejército israelí, la de ultraortodoxos combina la vida militar con los estudios de religión, por lo que el último año de su servicio no lo hará Liberman vestido de soldado, sino en un seminario rabínico o en un centro de estudios superiores de inclinación rabínica.
Sobre su servicio militar dice que "no es lo más divertido porque no eres libre de hacer lo que quieres, pero también es cierto que las relaciones personales que uno establece con sus compañeros en este período, te ayudan mucho después en tiempos difíciles".

Autor: Elías L. Benarroch

1 comentario:

luima dijo...

Bueno que se cuide, para que vuelva a surfear en playa grande o en Sosua.