viernes, mayo 18, 2007

Rusia y la UE en caminos opuestos

Tal es lo que se propuso la cumbre que tuvo lugar en la residencia veraniega del presidente Vladimir Putin en Volzhski Utiós (Peñón del Volga) a 180 kilómetros de la ciudad rusa de Samara.
Al encuentro asistieron la presidenta de turno de la UE, la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quienes buscan superar el veto de Polonia a tal acuerdo, posición a la que se sumó Lituania.
Barroso le advirtió a Putin que cualquier problema con un país miembro de la Unión Europea significaba que el problema era con todo bloque el bloque de países.
Ésto en referencia, entre otros, a Estonia, país que ha acusado a Rusia de estar detrás de una "ciber-guerra" contra los sitios oficiales de internet de su país, como parte de un enfrentamiento por la remoción de un monumento de la época soviética.
Vea: La guerra fría cibernética
Putin, por su lado acusó a Estonia y Letonia de violar los derechos de los rusos étnicos.
El veto polaco
En la pulseada también están en juego otras cuestiones, que van desde el futuro político de Kosovo, hasta la relación con las repúblicas bálticas que formaron parte de la Unión Soviética y los derechos humanos en Rusia.
Polonia mantiene su oposición a un acuerdo que ambas partes califican de "importancia vital", hasta tanto Rusia no levante la prohibición impuesta a la importación de carne procedente de ese país a la que considera no apta para su consumo.
Hemos tenido ocasión de decir a nuestros socios rusos que cualquier dificultad para uno de nuestros estados miembros, es una dificultad para la totalidad de la comunidad europea
Jose M. Durao BarrosoHasta el momento el único avance logrado es la autorización que Moscú dio a comienzos de este mes para que ingrese ganado vivo y una declaración en la que expresa que está dispuesta a enviar inspectores sanitarios.
Pero esto no fue suficiente para las autoridades polacas a las que Barroso salió a defender desde un comienzo de la cumbre.
"Hemos tenido ocasión de decir a nuestros socios rusos que cualquier dificultad para uno de nuestros estados miembros, es una dificultad para la totalidad de la comunidad europea", dijo a los periodistas.
Estonia y Lituania
"El problema polaco es un problema europeo. Los problemas de Lituania y Estonia también lo son. Si va a haber una cooperación cercana, entonces es importante entender que la Unión Europea se basa en principios de solidaridad", manifestó Barroso.
En julio pasado, Moscú interrumpió el suministro de combustible a Lituania luego de que una refinería en este país fuera vendida a una compañía polaca en lugar de una rival rusa.
También existe preocupación por supuestos obstáculos que estarían poniendo las autoridades rusas a las relaciones comerciales de Estonia así como una posible intrusión en su política luego de que las autoridades de ese país dispusieran reubicar un monumento de la era soviética.
El presidente ruso, en tanto, protestó durante la cumbre por lo que considera un trato discriminatorio a la etnia rusa en estos países bálticos.
Kosovo
Vladimir Putin aprovechó el encuentro para reiterar su posición con respecto a la propuesta de la independencia de Kosovo, la cual -sostiene- marcaría un precedente para otros territorios y fuerzas separatistas.
El problema de Kosovo, al igual que el proyecto de Estados Unidos de construir un escudo antimisiles en Europa del Este, constituyen unas de las más fuertes espinas de la discordia entre el Kremlin y Washington también.
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